En la sauna, un hermoso joven francés con una banda recta a la visión de un gatito sin pelo con un delicioso culo que se ofrece a los ojos de todos en una cabaña. Sumiso y necesitado, el pequeño mueve la cadera y muestra que necesita ponerse en marcha. Quiere que le follen, sentir una buena polla en el culo y sobre todo sueña con tener una buena y copiosa botella en el fondo de su garganta. El activo que lo mira fijamente le dará todo lo que necesita: primero tiene que probar la polla, lamerla, chuparla bien y luego le toca a su culo obedecer, inclinarse, darse y recibir los grandes golpes del garrote. Después de haber servido bien, podrá abrir la boca y recibir los grandes y cremosos chorros de semen del joven macho, dándose un festín con su sabor.