Son jóvenes y están dispuestos a dedicar su vida a la Iglesia. Viven juntos, aislados del resto del mundo y les cuesta luchar contra sus impulsos naturales. Sus pollas tienen mente propia y tarde o temprano sienten la necesidad de tocarla, lamerla, chuparla y chuparla. La tentación de follar es demasiado fuerte...
Lucas entró en una hermandad en un monasterio. Necesitaba paz y tranquilidad, un lugar donde combatir su impulso sexual. Los primeros días le fue bien. Le asignaron un mentor para enseñarle y protegerle. Hizo más que eso. Enrojeció la mente del chico, notó su frustración sexual y decidió utilizarlo. Se lo folló una y otra vez, alimentándolo con su gran polla y montones de esperma...
Dos jóvenes monjes se encuentran en secreto y disfrutan del placer de la carne cruda. ¡Son hermosos y bendecidos con hermosos cuerpos y pollas !