Lucas entró en una hermandad en un monasterio. Necesitaba paz y tranquilidad, un lugar donde combatir su impulso sexual. Los primeros días le fue bien. Le asignaron un mentor para enseñarle y protegerle. Hizo más que eso. Enrojeció la mente del chico, notó su frustración sexual y decidió utilizarlo. Se lo folló una y otra vez, alimentándolo con su gran polla y montones de esperma...